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Historias de usuarios: entrevista con Stephen Esposito

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FibroScan® ayuda a identificar a los pacientes de alto riesgo que de otro modo pasarían desapercibidos. Hasta el 60 % de nuestros pacientes con EHNA tienen enzimas hepáticas normales. Por eso, sin biopsia hepática y sin FibroScan®, es difícil conocer el estado de su enfermedad hepática.

Stephen Esposito| Médico, Hepatobiliary Associates of New York, Hospital presbiteriano de Nueva York

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Básicamente, para cualquiera que afecte al hígado. La utilizamos para casos de hígado graso (EHGNA), hepatitis B, hepatitis C, hepatopatía alcohólica, EHNA, algunas enfermedades autoinmunes, y para pacientes con hemocromatosis. Para nosotros, FibroScan® es una prueba de diagnóstico sencilla, segura y rentable.

Lo más importante para mí y para los pacientes de nuestra consulta es obtener una referencia para todos los pacientes con enfermedad hepática. A partir de ahí, se pueden plantear diferentes preguntas para cada enfermedad: por ejemplo, en pacientes con VHC, utilizamos FibroScan® para aprobar medicamentos antivirales. Si bien muchos estados han eliminado el requisito de la fibrosis, las aprobaciones de antivirales suelen ser mucho más rápidas cuando incluimos los resultados de FibroScan® que cuando tan solo adjuntamos un análisis de sangre.
En pacientes infectados por el VHB, la situación es diferente. En estos casos, los resultados analíticos pueden revelar una ALT normal y una HBeAG negativa; y su grado de fibrosis puede ser muy variable. Podemos utilizar los datos de FibroScan® para decidir qué pacientes pueden beneficiarse de medicamentos antivirales.

Medir con exactitud la cantidad de fibrosis de los pacientes nos permite determinar quiénes pueden tener un mayor riesgo de otras afecciones. El grado de fibrosis podría ayudarme a decidir, por ejemplo, entre pedir imágenes más detalladas de un carcinoma hepatocelular o hacer una endoscopia para descartar hipertensión portal. Cuando veo una puntuación de rigidez elevada, por ejemplo, 20 kPa o más, sé que el paciente corre riesgo de sufrir algún trastorno hepático. No puedo decirle cuántas veces hemos visto a pacientes con grados significativos de fibrosis que tenían un nivel normal de plaquetas. FibroScan® ayuda a identificar a los pacientes de alto riesgo que de otro modo pasarían desapercibidos. Hasta el 60 % de nuestros pacientes con EHNA tienen enzimas hepáticas normales. Por eso, sin biopsia hepática y sin FibroScan®, es difícil conocer el estado de su enfermedad hepática.

Creo que a nuestros pacientes les resulta muy alentador, en general. Si tenemos un paciente con RVS, por ejemplo, podemos hacer un seguimiento de la progresión de su fibrosis. Creo que les resulta muy alentador ver un indicador concreto que muestra cómo el hígado está mejorando.

Hasta hace poco, a la mayoría de nuestros pacientes los enviaba un médico de atención primaria, pero cada vez hay más gastroenterólogos que también envían pacientes con patologías específicas. Creo que estos especialistas están empezando a entender las ventajas del examen con FibroScan® e intento asegurarles que los pacientes acudirán a ellos de nuevo para realizar endoscopias o colonoscopias. Con FibroScan® también hemos observado aumentos en nuestra práctica de radiología, ya que trabajamos para detectar enfermedades cuanto antes. Ahora tenemos un técnico de ecografías que visita la consulta dos veces por semana.

En general, creo que nuestro volumen de pacientes ha aumentado en un 10 % o 15 %, en especial en el caso de los procedimientos endoscópicos.

Sinceramente, ya no puedo imaginar mi vida sin FibroScan®. No sé cómo lo hacíamos antes de tenerlo. Ha cambiado en gran medida el proceso de diagnóstico de los pacientes. En algunos casos, se ha vuelto más importante para mí que una endoscopia. Ha mejorado nuestro trabajo en su conjunto, ya que ahora me siento más cómodo sabiendo de qué pacientes tenemos que preocuparnos, qué pacientes requieren chequeos frecuentes, etc.
Creo que tanto los médicos como los clientes y las aseguradoras están empezando a comprender las ventajas que ofrece. Esta prueba diagnóstica permite identificar a pacientes de alto riesgo como no lo conseguiría ninguna otra, a menos que se le hiciese una TC a cada paciente. Se trata de un diagnóstico muy valioso: el descubrimiento de un hígado cirrótico le puede ahorrar al paciente un viaje a la sala de emergencias con una hemorragia varicosa, por ejemplo.